Con el correr del tiempo, la mujer pareciera estar cada vez más libre de la opresión, la oportunidad de abrirse paso al mundo por fin ha llegado. Pero ella continúa definiendo su existencia como un sujeto pasivo: ¿quién es el culpable de esto? Nadie más que ella misma, pues debiera tener la fuerza necesaria para enfrentar la censura; legalmente tiene casi los mismos derechos del hombre, ¿por qué no partir comenzando por hacer valer sus derechos reconocidos como tales? Continuar leyendo «Mea culpa: la mujer legitima su pasividad»