Desde el anarquismo siempre rechazamos las elecciones como algún tipo de vía de cambio social, si bien en el pasado estuvieron quienes lo intentaron por ese medio, fracasaron ya que la estructura de la cual se constituye el poder no permite movimientos revolucionarios, sobre todo si el gobierno como construcción jurídica/política responde al capital y no a su población. A pesar de eso, con vergüenza fui a votar en secreto, la idea del ritual ciudadano parece tener algún tipo de significado social y ante eso, no podemos permitirnos estar ajenos, sobre todo si elegimos mantener una vida politizada y no en apatía de la población o de lo que algunos aún siguen llamando románticamente, el pueblo. Continuar leyendo «Elecciones en Chile, país desclasado»