Sabotea tu trabajo

¿De que estamos hablando cuando hablamos de trabajo? ¿Algún trabajador ejemplar se lo ha preguntado siquiera? La palabra trabajo viene de trabajar y esta del latíntripaliare. Esto traducido significa torturar. A buen entendedor pocas palabras. El trabajo es castigo, eso es innegable. Lo evidencias en tu aburrida celda de un metro por un metro y medio donde la emprendes de oficinista, lo evidencias en la tortura diaria de trabajar a todo sol con la pala y la picota, lo evidencias contestando el teléfono una y otra vez repitiendo las mismas sandeces y poniendo cara de imbécil cada vez que te preguntan algo, lo evidencias siempre que quieres algo y necesitas trabajar para conseguirlo, un sucio chantaje del sistema que te pone contra la pared y te obliga a obedecer. De lo contrario no comes, no te diviertes, no estudias, no vives, eres un paria. ¡Buena jugada!, El trabajo PROSTITUYE, viene siendo vender nuestra capacidad de acción y de pensar. Nos transforma en mercancía intercambiable, en números, estadísticas que viajan según la flexibilidad del mercado. El trabajo anula nuestra libertad por inmanencia, y nos transforma en piezas serviles y desechables de un sistema que solo es funcional para una minoría que vive de la explotación y la miseria humana, de la maximización de los beneficios para su fortuna a costa de daños ambientales, humanos y animales. Pero trabajar no constituye por sí mismo la totalidad de la lógica torturadora del capitalismo; tiene un fin más profundo: el consumismo. La gente, hundida en su comodidad sedentaria, no tiene otra necesidad que malgastar el dinero que obtiene de su meretricio y ante ello la publicidad juega con la imbecilidad perpleja de todos quienes entran al ciclo de trabajo y consumo, que hace que la rueda del capitalismo siga girando, consolidando cada vez más el proceso acumulativo de quienes tienen el poder, y es a esto lo que llaman progreso.

La capacidad de creación humana se ve seriamente coaccionada ante la lógica del trabajo, y aunque de determinadas filas políticas se defiendan ciertos métodos reformistas para hacer más ligera la tortura, ninguno da espacios a la verdadera libertad que da paso a la creatividad, que necesita del ocio como espacio de recreación. Solo amenguan la tortura, abogan por humanizar la esclavitud.

Pienso que el trabajo es miseria y que si necesitamos de él debemos ser los peores explotados, o de otra manera atacar los bienes directamente expropiándolos, hay que destruir todo lo que nos transforme en esclavos, y el trabajo esclaviza. Por tanto justificamos toda forma de sabotaje a la lógica del trabajo, dentro y fuera del empleo, el robo de bienes y/o maquinaria de las empresas, la acción directa en contra de empresas y capitalistas, la expropiación desde centros de consumo, el no consumo, y cualquier forma expresable de ataque o resistencia ante la dinámica capitalista. Destruir al sistema es una cuestión holística, y debemos relacionar todas nuestras acciones cotidianas con la lucha en la práctica y en la teoría.

Tomado desde: Voces Kontra el Kapital

Autor: Grupo cuerpo sin órganos

by El Amanecer es un periódico anarquista que tuvo su primera edición en papel el año 2011, durante dos años más se distribuyo en diferentes puntos del territorio que llaman chile y quizás más allá. El grupo detrás se interesa en seguir difundiendo temáticas propias o cercanas a la postura anárquica, tales como el esquizoanálisis, el feminismo, la liberación animal, la antipsiquiatría, la filosofía desde el margen y otras. A la fecha la publicación impresa se encuentra pausada pero no por eso ha dejado de existir en la resistencia. El grupo se posiciona desde el anonimato en guerra contra el imperio capitalista y su dominio soberano y disciplinario. Esperamos que nuestro blog sirva para la contrainformación y sea un aporte teórico a la revuelta.

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