«(…) La huelga humana, hoy en día, consiste en
rechazar desempeñar el papel de la víctima.
Atacarlo.
Reapropiarse la violencia.
Arrogarse la impunidad.
Hacer comprender a los ciudadanos pasmados
que si no entran en la guerra están en ella de cualquier forma.
Que allí donde se nos dice que es tal cosa o morir, es siempre
en realidad
tal cosa y morir.»
¿Cómo hacer?, TIQQUN
Tras leer la Reivindicación de los bombazos en la estación Los Dominicos y el subcentro de Escuela Militar, podemos reflexionar lo siguiente.
Ya habíamos sospechado de la información oficial, por ello no quisimos sumarnos al juicio social y construcción de espectáculo mediático persecutorio pese a las burlas e insultos de los cuales fuimos objeto, lamentamos que varios anarquistas ciegamente y de manera voluntaria hayan sido parte basados en lo que veían en su televisor -no por nada unas amigas los denominaron: tele-anarquistas-, y solo terminaron evidenciando desesperación.
Ya en otros países han habido casos donde resultaron heridos tras atentados que fueron avisados previamente, cuestión que los canales de información autorizados por razones obvias (aunque algunos esperan algo distinto) no dicen. Esto se puede lamentar pero negar, enjuiciar, o levantar teorías infantiles tan rápidamente es un completo error, solo demuestra lo mediatizado que el(los) anarquismo(s) chileno se ha vuelto.
Los ejecutores de las distintas acciones de guerra contra el estado de las cosas no prestan preocupación previa -en relación a las mismas- al mejoramiento posterior de los dispositivos de control propios del panoptismo, no porque no se declare la guerra contra las instituciones y agentes vigilantes, sino porque la acción violenta se encuentra plenamente justificada y es lo único que hace temblar los despliegues de las fuerzas del poder, entonces no sorprende su agudización represiva.
Saludamos a los perseguidxs y a los secuestradxs.
Solidaridad en la guerra social.
No entiendo muy bien cuales vendrían siendo estos tele-anarquistas, ya que si bien desde un principio el grueso del movimiento se dedicó a «desligarse» del hecho de distintas maneras (algunos de manera palurda al apelar al montaje, otros negando que de ninguna manera esto podría tener una connotación revolucionaria, etc), pero de todas formas, el discurso de la prensa apuntaba a los grupos subversivos, y la opinión de la mayoría de compañeros era la contraria: «la prensa esta mintiendo, o bien la la prensa se sirve del festín del terror para mediatizarlo y apuntarlo contra los subversivos», lo que no es lo mismo que abalar el discurso de la prensa, de hecho es todo lo contrario.
Más bien pareciera que ustedes llaman tele-anarquista a quienes están seguros de que no hay nada que reivindicar en un ataque como este, ni nada con el que hermanarse en él, nada que pueda ofrecer una perspectiva revolucionaria, y, por tanto, nada de anarquista en él, independiente de quién lo haya hecho.
Y también pareciera que tienen algo en contra de la empatia mínima que cualquier persona podría tener al lamentar los daños ocasionados a personas comunes (la misma empatia que decimos que la ciudadanía común carece cuando no se preocupan en la masacre en Gaza, por ejemplo) ¿ser empático y lamentar la pérdida humana también es ser tele-anarquista? Porque, insisto, si bien hay un montón de compañeros tratando de quedar bien con la opinión pública, no entiendo porqué no despreciar un acto al que no se le ve horizonte revolucionario.