Hacia la abolición del castigo

castigadoLos métodos de crianza, educación y disciplina que impone el sistema de la dominación y la sociedad del espectáculo (1) sobre los niños son tremendamente despreciables y violentos tanto en esencia como en práctica. Antes que nada hace falta recordar lo que nos dice la RAE sobre el castigo: “Pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta”. Tras esto es importante aclarar que la mayoría de estas propuestas validadas socialmente van de acuerdo a las teorías del comportamiento postuladas por el psicólogo conductista Burrhus Frederic Skinner, que en términos generales proponen el “crimen y el castigo”, cuestión que ya nos invita a cuestionarnos la construcción política y social de “crimen”, la cual no tendría validez sin antes haberse construido una normalidad que pretende normalizar a todos los individuos desde su nacimiento. Partiendo de ahí anteponemos la primera negativa que tenemos en contra de la ejecución de un castigo de un padre a un hijo, o siendo más generales; de un Estado a un denominado criminal. Sobre esto mismo podríamos citar al filósofo Michel Foucault quien escribe: “En suma, el arte de castigar, en el régimen del poder disciplinario, no tiende ni a la expiación ni aun exactamente a la represión’. Utiliza estas tácticas: `referir los actos, establecer comparaciones, diferenciar a los individuos, definir que es lo anormal y que lo normal. `La penalidad perfecta que atraviesa todos los puntos, y controla todos los instantes de las instituciones disciplinarias, compara, diferencia, jerarquiza, homogeniza, excluye. En una palabra, normaliza.” (2).
Por otro lado Norm Lee, profesor estadounidense que ha trabajado con “niños problema”, también ha puesto en tela de juicio la aplicación de castigos de padres hacia sus hijos, habiendo publicado un ensayo de lo mismo, de donde citamos: “La primera objeción al castigo es que no funciona. Que no sirve a nuestro propósito de “reformar” al niño, pues aunque el comportamiento externo pudiera cambiar temporalmente para evitar el castigo, la humillación es internalizada, sólo para resurgir más tarde. El castigo empeora las cosas casi sin excepción, sin importar que sea ó no aparente inmediatamente” (3), en este sentido queda totalmente desechada la idea de que el castigo pueda servir en la “crianza” de los niños, concepto que también pudiéramos cuestionar, pero es una discusión del lenguaje que no viene al caso.
Al aplicar el castigo sea físico o psicológico tanto en la manera de relacionarnos con nuestros hijos como en todo tipo de relación social estaremos reproduciendo la sociedad disciplinaria, la normalidad impuesta, las instituciones violentas que nos explotan y castigan cada día, en otras palabras la violencia y la autoridad. Por ello y tanto más, abolir el castigo, la burla y la humillación son necesidades para recuperar las relaciones afectivas y de apoyo mutuo.

Notas:
(1) Cuando hablamos de “sociedad del espectáculo” nos referimos a la definición que hizo la Internacional Situacionista de ello, recomendamos leer el manifiesto del mismo nombre escrito por Guy Debord, publicado en 1968.
(2) “Microfísica del poder”, escrito por Michel Foucault, 1980.
(3) “Ser padres sin castigar: crecer y aprender en una Disciplina Democrática”, escrito por Norm Lee, 2002.

Escrito por Orlando S.
Publicado en El Amanecer, nº25 , Octubre 2013.

Autor: Grupo cuerpo sin órganos

by El Amanecer es un periódico anarquista que tuvo su primera edición en papel el año 2011, durante dos años más se distribuyo en diferentes puntos del territorio que llaman chile y quizás más allá. El grupo detrás se interesa en seguir difundiendo temáticas propias o cercanas a la postura anárquica, tales como el esquizoanálisis, el feminismo, la liberación animal, la antipsiquiatría, la filosofía desde el margen y otras. A la fecha la publicación impresa se encuentra pausada pero no por eso ha dejado de existir en la resistencia. El grupo se posiciona desde el anonimato en guerra contra el imperio capitalista y su dominio soberano y disciplinario. Esperamos que nuestro blog sirva para la contrainformación y sea un aporte teórico a la revuelta.

3 opiniones en “Hacia la abolición del castigo”

  1. De todas formas, si tienes una familia, van a existir ciertas pautas de comportamiento, es típico en todas las comunidades, desde una familia a lo mas macro, ¿cual seria entonces la propuesta para reemplazar el castigo en casos donde los comportamientos del hijo se vean, por así decirlo, errados?

    1. El artículo es un extracto de un libro que el próximo año se publicará en la región chilena, el cual no pretende tener las respuestas, pero sí sumarse a la discusión de este tipo de temáticas, así como proponer cosas. Esperamos que estés atento, haber si encuentras tal propuesta.

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