Corren tiempos espectaculares, no en el buen sentido del término, elegir el auto-ostracismo es una opción solo para el burgués, el pobre no tiene esa posibilidad, solo en el caso de la otredad, del anormal, existen mecanismos para expulsarlos a la delincuencia o siempre estará la cárcel y el psiquiátrico tras fracasar el dispositivo de la familia que es casi lo mismo. Algunos autores europeos de los 60 influenciados por el en ese entonces en auge post-estructuralismo, el mayo francés y distintos procesos revolucionarios que ocurrían en ese continente, propusieron el concepto de Fuga como gran acto revolucionario, esa idea utópica y no tanto sigue estando vigente como propuesta de guerra contra la sociedad de control-disciplinaria, el problema de esto es que las posibilidades de fugarse para la gran clase proletaria son prácticamente imposibles, a menos que se vaya a caer en el suicidio o sufrimiento individual y subjetivo.
Nadie la está pasando bien, solo el burgués, solo éste puede fugarse porque no está prisionero, es necesario como sujetos políticos revolucionarios asumir la guerra de clases, casi como en su etimología histórica marxista, con ciertas modificaciones de acuerdo a los tiempos que corren, asumir la guerra aunque sea dual es profundamente necesario, entre el amo y el esclavo en todas sus interpretaciones, partiendo por la clásica, la económica.
Patrón-obrerx
Hombre-mujer
Maestro-alumnx
Adulto-niñx
Psiquiatra-loco
ETC ETC
Si en nuestros sueños aparece la fuga, solo ahí puede ser realizable por nuestra clase porque ahora lo que nos toca es potenciar la guerra social y la revuelta contra nuestros amos. El resto son solo sueños masturbatorios… Asumir la necesidad del conflicto es lo esencial.