Publicación anárquica El Amanecer
contrainfo antiautoritaria
Una de las cuestiones que han sido siempre debatidas más y con mayor ardor, hasta poco tiempo atrás entre los anarquistas, y antes aún entre los socialistas, es la del amor, la familia y las relaciones sexuales.
¿De que estamos hablando cuando hablamos de trabajo? ¿Algún trabajador ejemplar se lo ha preguntado siquiera? La palabra trabajo viene de trabajar y esta del latíntripaliare. Esto traducido significa torturar. A buen entendedor pocas palabras. El trabajo es castigo, eso es innegable. Lo evidencias en tu aburrida celda de un metro por un metro y medio donde la emprendes de oficinista, lo evidencias en la tortura diaria de trabajar a todo sol con la pala y la picota, lo evidencias contestando el teléfono una y otra vez repitiendo las mismas sandeces y poniendo cara de imbécil cada vez que te preguntan algo, lo evidencias siempre que quieres algo y necesitas trabajar para conseguirlo, un sucio chantaje del sistema que te pone contra la pared y te obliga a obedecer. Continuar leyendo «Sabotea tu trabajo»
En el imaginario colectivo e individual del anarquismo, el concepto y la práctica del amor libre ha sido objeto de innumerables polémicas y disensiones. La razón plausible de este hecho discurre de la dificultad en situar, teórica y experimentalmente, al individuo como entidad libre y soberana en el contexto de cualquier grupo, comunidad o sociedad. Continuar leyendo «La utopía del amor libre»
En los tiempos ancianos el mundo entero iba a la escuela,
Continuar leyendo «Historia de Ciencias; Pequeño cuento para quemar tu escuela»
¡A superar los límites de nuestras luchas!
El anarquismo es un movimiento -es decir, una multiplicidad de tendencias- cuyo fin general es fundar una sociedad sin explotados ni oprimidos, aboliendo toda forma de gobierno y de propiedad de los medios de producción, eliminando las clases sociales y sus privilegios, las desigualdades raciales, sexuales, económicas, políticas y sociales. Este esbozo descriptivo comprende a la mayoría de las tendencias que se denominan anarquistas: individualistas, organizacionistas, comunistas, colectivistas, plataformistas, anarcosindicalistas, etc. No obstante este carácter movimientista inherente al anarquismo, algunas tendencias tienen una visión no tan inclusiva, sino que apuntan a la conformación de una organización anarquista de tipo partidaria: un partido anarquista.
Continuar leyendo «Entre la Plataforma y el Partido: Las tendencias autoritarias y el anarquismo»
Nadie lo habla, ya nadie parece recordarlo, y más pena me produce que nadie pareciera importarle, es que a veces creo que ni nosotrxs mismxs entendemos que el silencio es la antesala al olvido, y que por eso mismo, no podemos ni guardaremos silencio por Nelson Vildósola, el joven de 19 años asesinado en manos de Carabineros tras un “confuso” incidente el 18 de febrero del año en curso en Chillán.
En está vida de esclavos en un sistema donde se nos imponen conductas, estereotipos, roles y nos aprietan nuestras cadenas al punto de casi evitar que respiremos mediante el trabajo asalariado, las deudas, las enfermedades y tantas formas que ellxs, nuestrxs enemigxs oprimen “nuestras” vidas, se nos hace imposible no frustrarnos, no resignarnos y no encontrarle la salida a este túnel oscuro de fracasos, a la dificultad de adaptarse a un mundo diseñado para venderse y ser explotadx. Por esto mismo, he sido testigo de cómo muchas veces entre mismxs compañerxs se generan episodios de conflictos violentos, de insultos, de conversaciones destructivas, creo que aquello, se produce ya que nuestrxs amigxs y compañerxs son los individuos más cercanxs a nosotrxs, por ende son los primerxs en ser quienes reciben nuestras frustraciones manifestadas en rabia, ya que muchas veces no sabemos manejar nuestras emociones, y entender que a quienes debemos expresar la rabia, no es precisamente al amigx o compañerx que está al lado, sino al enemigx que está en frente.
Probablemente, el mayor desafío para todo sujeto que se reclame anarquista, sea romper, en la práctica misma, con todo ese conjunto de valores y conductas heredadas de una crianza autoritaria. Esa conducción “educativa” basada en “mentiras blancas”, manipulaciones, chantajes y miedos, sin duda queda muy inculcada en nuestro subconsciente en los primeros años de vida, y evidentemente condiciona también nuestros años posteriores. El individuo religioso/conservador que llevamos dentro, se transforma, sin darnos cuenta, en la peor barrera para establecer realmente relaciones sociales libertarias… y luchar contra ese monstruo resulta para todos prioritario e indispensable.