«La estadística, es más fuerte que el amor», por Beatriz Preciado

1273861378_850215_0000000000_sumario_normal«Nuestra pareja, hipérbole de la perversión según la psicología heterocentrada, está dentro de la norma. Jamás los instrumentos de la biopolítica hegemónica me han reconfortado tanto. Constato también que la capacidad de disposición critica y de rebelión es inversamente proporcional a la intensidad del sufrimiento amoroso. Ya Spinoza lo anunció en 1677, antes de la invención de la estadística, un mismo y único afecto no puede desplegarse en direcciones divergentes. Estoy en el verano de la ruptura y los trastornos que directamente tocan el plexo solar ahuyentan a los héroes. Comienza en mi corazón la batalla entre el apaciguamiento de la estadística y el furor de la revolución».

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La Depresión como patología construida para el soporte de la Norma, parte 1

depresion_van_goghComo dice una amiga: “El saber medico hegemónico es la columna vertebral de la subjetividad dominante.”

Antes que todo, parece necesario aclararle al lector que no negaré bajo ninguna circunstancia un sufrimiento evidente en la subjetividad colectiva, si quisiera analizar esto insistiría en poner en cuestionamiento el estado de las cosas y las condiciones sociales que van produciendo miserias subjetivas y destruyendo las potencias de vitalidad humana. Pero lo que voy a cuestionar es la labor no inocente de la psiquiatría en objetivar el sufrimiento subjetivo y transformarlo en “enfermedad”, eh ahí cuando nos llaman a hablar de la familia de las depresiones.

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El abecedario de Gilles Deleuze (1988)

bscap0015«El abecedario de Gilles Deleuze» fue producido y realizado por Pierre André Boutang para la televisión francesa en 1988, pero su primera emisión tuvo lugar en el canal Arte en 1996. Compuesto por 8 horas de entrevistas realizadas al filosofo francés Gilles Deleuze, “El abecedario” es la única cinta consagrada a este pensador que siempre se rehusó a aparecer en televisión. En esta única ocasión, aceptó ser entrevistado por un equipo de televisión con la condición de que la filmación adquiriera la forma de una conversación entre él y su antigua alumna y amiga Claire Parnet y que fuera emitida después de su muerte. Como el nombre de la película lo indica, a Deleuze se le interroga sobre 26 temas, cada uno de los cuales comienza por una de las letras del alfabeto. El filósofo aborda algunos de sus conceptos e ideas, pero también algunos asuntos más personales relacionados con su trabajo filosófico (por ejemplo, el tema de la letra “b” es “bebida” [boisson]; el de la “e”, infancia [enfance] y el de la “m”, “enfermedad” [maladie]).

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Desmanicomialidades. Cuentos, divagues, delirios, Martín Moreno

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«Que confusión, cuando el loco que nos habita, desborda y las palabras no cierran en los abrazos insuficientes. La impotencia, se torna violenta y termina con una inyección de haloperidol intramuscular, para aplacar la incapacidad de todos. Eso es marca registrada en toda internación y traza la linealidad sin retorno, en un más allá del delirio, en la soledad de los calabozos y de los encierros químicos, donde el espíritu indómito de la locura, claudica en el vacío eterno de un manicomio.» (Desmanicomialidades. Cuentos, divagues, delirios)

“Desmanicomialidades. Cuentos, divagues, delirios” (2013) del psiquiatra paraguayo Martín María Moreno Giménez no es una obra en sí misma antipsiquiátrica, no obstante esto en sus relatos nos encontramos con una fuerte crítica y denuncia al modelo de manicomio y sus dispositivos de control asociados.

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Y bien, ¡la guerra!, Tiqqun

G208En todo hay que comenzar por los principios. La acción justa se sigue de ellos.
Cuando una civilización está arruinada, tiene que irse a la quiebra. No se hace la limpieza en una casa que se derrumba.
Las metas no hacen falta, el nihilismo no es nada. Los medios están fuera de duda, la impotencia no tiene excusa. El valor de los medios se relaciona con su fin.
Todo lo que es, es bueno. El mundo de las quelipot, el Espectáculo, es completamente malo. El mal no es una sustancia, si lo fuera sería bueno. El misterio de la efectividad del mal se resuelve en que el mal no es, en que es una nada activa.
El mal es aquello que no se distingue del bien. La indistinción es su reino, la indiferencia su poder. Los hombres no aman el mal, aman el bien que hay en él.
En el Tiqqun, el ser regresa al ser, la nada a la nada. El cumplimiento de la Justicia es su propia abolición. Continuar leyendo «Y bien, ¡la guerra!, Tiqqun»

Panoptismo y relaciones sociales. “Socializas siendo vigilado/vigilante”

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“el panóptico (…) debe ser comprendido como un modelo generalizable de comportamiento; una manera de definir las relaciones de poder en la vida cotidiana de los hombres”.
Michel Foucault, Vigilar y Castigar (1980)

Posiblemente sí nos asociamos al concepto de “Panoptismo” de inmediato deberíamos hablar de lo que desde fines del siglo XVIII fue la estructura de arquitectura carcelaria más revolucionaria de la época; era el Panóptico, diseño y propuesta del inglés Jeremy Benthan. El Panóptico -diría después Michel Foucault- “era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había, según los objetivos de la institución, un niño aprendiendo a escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un loco actualizando su locura, etc. En la torre central había un vigilante y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior, la mirada del vigilante podía atravesar toda la celda; en ella no había ningún punto de sombra y, por consiguiente, todo lo que el individuo hacía estaba expuesto a la mirada de un vigilante que observaba a través de persianas, postigos semicerrados, de tal modo que podía ver todo sin que nadie, a su vez, pudiera verlo. Para Bentham, esta pequeña y maravillosa argucia arquitectónica podía ser empleada como recurso para toda una serie de instituciones. El Panóptico es la utopía de una sociedad y un tipo de poder que es, en el fondo la sociedad que actualmente conocemos, utopía que efectivamente se realizó. Este tipo de poder bien puede recibir el nombre de panoptismo: vivimos en una sociedad en la que reina el panoptismo.”(1) Continuar leyendo «Panoptismo y relaciones sociales. “Socializas siendo vigilado/vigilante”»

Panegírico, por Guy Debord

guy-etienne«La versión original de este documento fue publicada en francés por Gallimard en 1993. Los extractos recopilados en este documento corresponden a la traducción castellana de Tomás González López y Amador Fernández-Savater: Panegírico, Madrid, Acuarela Libros, 1999, acuarela@get.es»

En toda mi vida, no he visto más que tiempos de desorden, desgarros extremos en la sociedad e inmensas destrucciones; yo he participado en esos desórdenes. Tales circunstancias bastarían si duda para impedir que el más transparente de mis actos o de mis juicios obtuviera alguna vez aprobación universal. Pero muchos de ellos, así lo creo yo, pueden haber sido mal comprendidos. [I]

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Filosofía de la Deserción, por Peter Pál Pelbart

Peter-Pal-PelbartFilosofía de la Deserción: Nihilismo, locura y comunidad «Esta quiere ser una reflexión sobre lo común y la comunidad, pero además, indirectamente, un esfuerzo por comprender la lógica de la multitud. El desafío consiste en evitar una concepción excesivamente molar, heroica o voluntarista de la multitud. ¿Cómo atender a la evidencia de que detrás de la imagen un poco totalizante en que nos contemplamos tanto sujetos, se agitan subjetividades extemporáneas, o intempestivas, que experimentan futuros toa palpables, que reconectan con virtualidad: ayando las singularidades más diversas? ¿Como crear recorridos heterogéneos, con tonalidades propias, atmósferas distintas, en los que cada uno se enganche a su modo? ¿Cómo mantener una disponibilidad que propicie los encuentros, pero que no los imponga, una atención que permita el contacto y preserve la alteridad? ¿Cómo dar lugar al azar, sin programarlo? ¿Cómo sostener una “gentileza” que permita la emergencia de un hablar allí donde crece el desierto afectivo? Continuar leyendo «Filosofía de la Deserción, por Peter Pál Pelbart»

La tiranía sanitaria y el fumador. «Cuando se persigue al insano público a través de instituciones disciplinarias»

«1. La enfermedad es un lenguaje
2. El cuerpo es una representación
3. La medicina es una práctica política»
Bryan S. Turner.

Sí bien todos los procesos jurídicos persiguen un fin correctivo normalizador y son previamente direccionados por determinadas instituciones médicas y a veces morales, por ahora dada la contingencia mediática solo estableceré de manera breve la relación entre el conocido discurso sanitario-colectivo antitabaco con lo que he llamado la tiranía sanitaria, no antes aclarando que no trato de hacer apología alguna al fumador, sino simplemente lo utilizo como significante del «insano» público por estos días.

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Los Anormales, por Michel Foucault

los anormales«Dictado en el Collège de France entre enero y marzo de 1975, el curso sobre Los anormales prolonga los análisis que Michel Foucault consagró desde 1970, y sobre todo en “Hay que defender la sociedad”, a la cuestión del saber y el poder: poder disciplinario, poder de normalización, biopoder.

A partir de múltiples fuentes teológicas, jurídicas y médicas, Foucault enfoca el problema de esos individuos “peligrosos” a quienes, en el siglo XIX, se denomina “anormales”. Define sus tres figuras principales: los monstruos, que hacen referencia a las leyes de la naturaleza y las normas de la sociedad, los incorregibles, de quienes se encargan los nuevos dispositivos de domesticación del cuerpo, y los onanistas, que dan pábulo, desde el siglo XVIII, a una campaña orientada al disciplinamiento de la familia moderna.

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