por comité invisible, a nuestros amigos, extracto.
El levantamiento dura algunos días o algunos meses, conduce a la caída del régimen o a la ruina de todas las ilusiones de paz social. El levantamiento mismo es anónimo: ningún líder, ninguna organización, ninguna reivindicación, ningún programa. Las consignas, cuando las hay, parecen agotarse en la negación del orden existente, y suelen ser abruptas: “¡Lárguense!”, “¡El pueblo quiere la caída del sistema!”, “¡Nos importa un carajo!”, “Tayyip, winter is coming”. En la televisión, en la radio, los responsables martillean con su retórica de siempre: son sólo bandas de çapulcu, de rompevidrios o vándalos, terroristas salidos de ninguna parte, sin duda pagados por el extranjero. Lo que se subleva no tiene a nadie que colocar en el trono como reemplazo, aparte, tal vez, de un signo de interrogación. No son ni los excluidos, ni la clase obrera, ni la pequeña burguesía, ni las multitudes quienes se sublevan. Continuar leyendo ««No es “el pueblo” quien produce el levantamiento, es el levantamiento quien produce su pueblo (…)»»
por comité invisible, a nuestros amigos, extracto.
“(…) Tras la promesa futurista de un mundo lleno de personas y objetos totalmente conectados, en el que los coches, los refrigeradores, los relojes, las aspiradoras y los dildos estarían directamente conectados entre sí, y también a internet, hoy tenemos algo que ya es directamente observable: el funcionamiento del sensor más polivalente de todos: yo. Corrí, así que inmediatamente compartí mi ruta, mi tiempo, mi rendimiento y la evaluación de mi carrera. Siempre posteo fotos de mis vacaciones, mis veladas, mis revueltas, mis colegas; de lo que voy a comer y de a quién me voy a coger. En apariencia no hago gran cosa; sin embargo, produzco un torrente continuo de datos. Trabaje o no, mi vida cotidiana permanece igualmente valiosa: es un verdadero stock de información.”
«…Con el tiempo, el Espectáculo ha conseguido circunscribir lo posible por medio de lo que es decible dentro de unos términos que él vuelve hacia su única autoridad, a partir de ahora, para definir. A pesar de una formidable acumulación primitiva de frustración, sufrimiento y angustia en la población, durante el curso de todo este tiempo la crítica no ha conseguido nunca manifestarse. Ha permanecido sin voz ante el avance del desastre. Ha tenido que dejar al adversario burlarse con impudencia de sus propios fallos. 
